La Guerra Arancelaria 2.0 de Donald Trump contra China y el resto del planeta, no puede menos que generar reproche y enfado en las personas conscientes del globo, que destacan la inconsecuencia de origen de la política proteccionista y su calculada afrenta contra la libertad de los mercados y las cadenas de suministro, en el trasfondo de un Estados Unidos que ha perdido competitividad global y es apenas algo más que una sombra de aquel país potentado que hace sólo unas décadas logró imponer pautas económicas universales como el Plan Marshall, el acuerdo de Bretton Woods o el Consenso de Washington.
Bajo este contexto, cibernautas y tiktokers chinos se han tomado el protagonismo en los últimos días con denuncias y críticas ácidas en sus canales, algunos develando -por ejemplo- el valor de producción en China de cientos de productos de lujo versus el precio de venta en Occidente (sujeto a la simple impresión de una etiqueta o marca) entre 30 a 600 veces superior, otros como el influencer @neil778027 tildan de estafadores a la clase política y oligárquica estadounidense, que por mero cálculo económico movieron las industrias a China, hipotecando el futuro de los trabajadores locales, abandonándolos a su suerte, hasta transmutarse progresivamente en una sociedad degradada de "gordos, adictos y pobres".
Mientras China aprovechó el empujón de ser "la maquila del planeta" para sacar a millones de ciudadanos de la pobreza e invertir en infraestructura, Estados Unidos se enfrascó en guerras interminables en países como Irak, Afganistán, Siria, Libia o Yemen, para beneficio directo de los plutócratas clientelistas de Washington y el complejo militar-industrial, cuyo lobby es transversal a los gobiernos demócratas y republicanos. Por todo lo anterior remata el tiktoker chino: Estados Unidos no necesita aranceles para salir del pantano, necesita una revolución, despertar, desengañarse.
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