Yo cabalgo hacia los brazos de Dios,
mi vida se eleva en alta vibración,
camino en el plano de los
seres,
crezco en espíritu, no en
posesión.
Todo es instante, nada efímero
me retiene,
pues la materia se disuelve
como sombra.
El Eterno me sostiene, energía
viva,
y en su frecuencia hallo paz
absoluta.
Yo voy con Dios,
y en Él mi viaje es infinito.
No hay comentarios:
Publicar un comentario